Un hombre ha sido devorado "hasta los huesos".

Sergey Grigoriyev, de 41 años y nacionalidad rusa, murió el pasado 24 de diciembre en su propio domicilio en la ciudad de Ozyorsk, en la región de Cheliábinsk. El cazador fue devorado "hasta los huesos" por un oso adulto al que acogió y crió en su propia casa. Según la información recogida por 'Daily Mail', la policía halló los restos de Sergey después de que algunos de sus familiares les notificaran que llevaban días sin hablar con él.

Cuando los agentes se personaron en la vivienda del individuo, encontraron la jaula del animal abierta y al oso vagando por la casa con actitud agresiva. Motivo por el cual, según informan medios locales, tuvieron que abatirlo de un disparo. La víctima encontró hace cuatro años una cría de oso en medio del bosque a la que decidió adoptar y que nombró como Vorchún ('Gruñón').