Pareja de jóvenes hallados muertos en Sevilla.

En la habitación 22 del hostal El Cairo de Sevilla terminó este domingo (o empezó) el viaje de Hani y John. Habían recorrido 10.000 kilómetros desde la isla francesa de Reunión para llegar a la capital andaluza después de cortar cualquier lazo con su pasado y con la intención de poner fin a su existencia. La pareja, de 20 y 25 años de edad, quería terminar con la que hasta ahora había sido su vida, y lo hicieron con un poco de carbón y pastillas de encendido rápido para barbacoas. Pero para ellos, la muerte por asfixia que buscaron y encontraron no debía ser el final, sino el principio de algo, de otra cosa. John y Hani pensaban que la muerte era el principio de otro viaje, una especie de puerta al futuro y a una existencia mejor de la que hasta ahora habían disfrutado y de la que pretendían soltar todas las amarras. Ésa era la idea que, según todos los indicios encontrados en la habitación que ocupaban en el centro de Sevilla, tenían en mente cuando encendieron un pequeño fuego cuyo humo inhalaron voluntariamente hasta perder la consciencia, primero, y la vida después.El joven tenía, al menos, madre y una hermana en la isla francesa. De esta última es un comentario en Facebook en el que le reprocha a John que se marchara dejando atrás una deuda de 100.000 euros de la que debía responder la progenitora.

El suicidio es, hasta ahora, prácticamente la única hipótesis que baraja la Policía Nacional para explicar el fallecimiento de estos dos jóvenes de nacionalidad francesa, cuyos cuerpos fueron encontrados en el baño, en posición fetal, el de él sobre el de ella.

Todo apunta a que se encerraron dentro y taponaron todos los resquicios por los que pudiera escaparse el humo del fuego que habían encendido en el plato de ducha. Desde el extractor hasta las rendijas de la puerta y los desagües.Sobre la cama que habían compartido en estos días estaban las pastillas de barbacoa que habían usado como acelerante y restos de carbón, además de un machete encima de la cama dentro de un cuadrado oscuro y un círculo interior. Junto a todo eso, una revista que habla de viajes a la muerte para ver el futuro y renacer en una vida mejor. Esta publicación se apunta como la clave para desentrañar un suceso no sólo planeado, sino incluso anunciado. El machete podría haber sido utilizado para algún tipo de ritual y eso explicaría los cortes que presentaba el cuerpo de la joven, sobre todo en las piernas.John Taraba y Hani Abdoul habían creado una página conjunta en la red social Facebook y un día antes de que terminasen con sus vidas habían dejado un mensaje: "Sed felices por nosotros, sed felices por vosotros, estamos bien donde estamos, quizás nos veamos algún día".En esta página contaron, casi a paso a paso, sus últimos días. Desde que partieron el 6 de octubre de la isla de Reunión hasta su despedida el día 13. Embarcaron en el aeropuerto de Saint-Denis, la capital de esa provincia de ultramar francesa, a las 23.30 hora local y aterrizaron en Orly, París, a las 8.40 horas. Desde ese momento hasta el mensaje final, los dos enamorados publicaron algunas fotos y vídeos y más pistas sobre lo que estaban planeando. "Los caminos difíciles conducen a menudo a bellos destinos", rezaba una imagen publicitaria que habían compartido. Del trayecto desde París a Sevilla no hay demasiados datos, salvo el adiós que fijaron en su historial de publicaciones.Eso fue apenas unas horas antes de que los bomberos, advertidos por los empleados del hostal de que nadie respondía, derribaran la puerta de la habitación y encontraran a John y a Hani asfixiados, uno encima del otro. Ella aún respiraba cuando llegaron los servicios de emergencia, pero apenas tardó unos minutos en acompañar a su pareja en el viaje a la muerte que ambos habían planeado.