La intención era donar a la menor un riñón

Verónica Noelia Carrasco perdió la vida en Concepción, a 90 kilómetros de su domicilio, en San Miguel de Tucumán (Argentina). Iba en moto, cuando un todoterreno la embistió. Los médicos solo pudieron certificar su muerte. Sin embargo, la mujer, de 30 años, cumplió con su mayor deseo: salvar la vida de su hija, Sofía Córdoba.

Con 11 años, Sofía Córdoba lleva casi una década luchando contra una enfermedad que la diagnosticaron hace dos años. Padece un síndrome poliglandular autoinmune con candidiasis y distrofia ectodérmica, que se ha complicado con una insuficiencia renal crónica y terminal, junto con hipoparatirodismo y síndrome de Adisson. Según relataba su madre en Facebook, donde hacía campaña para recaudar fondos que ayudasen a salvar a la niña, le realizaban "diálisis peritoenal todos los días" así que necesitaba un riñón para continuar viviendo. Verónica Noelia Carrasco se hizo las pruebas de compatibilidad y los médicos certificaron que podía donarle ella misma el órgano.

La operación, que se iba a llevar a cabo en Febrero, no se pudo llevar a cabo porque Verónica Noelia Carrasco sufrió un problema en la vesícula. Como consecuencia, el trasplante se aplazó, según publica Clarín. Tras el accidente de moto, la familia de Verónica trasladó al hospital la intención de Verónica Noelia Carrasco de donar el riñón a su hija y, ahora, la menor se encuentra recuperándose de la operación en el Hospital Garrahan.