Alejandro, un niño de Granada, ha renacido con solo 5 años

Le han implantado un desfibrilador portátil en el corazón. Es la primera vez que se realiza una intervención así en España con un paciente tan pequeño. Acaban de darle el alta. Cirujanos cardiovasculares del hospital Virgen de las Nieves de Granada han implantado un desfibrilador subcutáneo sin cables a un niño de cinco años que sufrió una parada provocada por un tumor en el corazón, la primera vez que se realiza esta operación en España a un paciente que pesa menos de 20 kilos. Alejandro tiene cinco años y el pasado 25 de abril sufrió una parada cardíaca cuando su padre, José María Vico, lo llevaba al colegio en Zújar, un municipio de poco menos de 3.000 habitantes ubicado a más de cien kilómetros de Granada. "El niño dijo que no veía bien y se desplomó", ha recordado el padre.

a gerente del Servicio Andaluz de Salud (SAS), Francisca Antón, ha explicado que este "hito" de la sanidad pública andaluza ha dado una nueva oportunidad de vida al niño y ha destacado la "magnífica coordinación" de médicos y enfermeros del centro de salud de Zújar, la unidad móvil de urgencias de Baza, los sanitarios del 061 y los profesionales del hospital de Maternidad. "La singularidad del caso de Alejandro, de cinco años, reside en ser el primer caso en España con un desfibrilador subcutáneo en un paciente de menos de 20 kilos de peso", ha recalcado Antón, que ha incidido en que todo se debe a una cadena de buen hacer que comenzó con las maniobras de resucitación en su centro de salud. Al pequeño le detectaron entonces una patología de baja incidencia, un tumor benigno de cinco centímetros en el corazón, en el tabique que separa el ventrículo derecho y el izquierdo, y que comprimía las cavidades cardíacas y ponía en riesgo su vida. "Lo primero que preguntamos es que si había riesgo, nos dijeron que muchísimo, que igual se quedaba en la cirugía, y esos son momentos muy duros. Hemos pasado 45 días aquí en el hospital y se te cae el mundo encima, pero hemos salido adelante", ha resumido el padre del paciente.

El jefe del servicio de cirugía cardiovascular, el doctor José Manuel Garrido, ha explicado que el caso de Alejandro aúna dos elementos importantes, por la baja frecuencia de su dolencia y su presentación aguda, con una parada cardíaca, y ha apuntado que cualquier fallo en la cadena le podría haber costado la vida. Una primera operación permitió quitarle alrededor del 80 % del tumor y reconstruir su corazón, una intervención que se prolongó unas cinco horas y que no eliminó por complejo el riesgo de nuevos problemas cardíacos. La segunda intervención fue para colocarle este desfibrilador, una técnica empleada con Alejandro que no incluye cables dentro del corazón y se utiliza habitualmente en adultos o adolescentes con más de 40 kilos de peso, aunque este mismo hospital de Granada ya había realizado la intervención con un paciente de 28 kilos. Con este dispositivo sin cables, capaz de detectar cambios de ritmo cardíaco, los médicos evitaron el riesgo de infecciones o trombos en Alejandro, que lo lleva a nivel torácico gracias a una técnica modificada que ha permitido ubicarlo entre los músculos dorsales, de forma anatómica en el costado. Aunque Alejandro no ha querido decir nada, su padre ha explicado que se ha adaptado muy bien a su dispositivo y ya hace una vida casi normal, "salvo montar en bici", que es su principal afición y que podrá hacerlo este mismo mes. "Limitar la vida de un niño que se siente bien es como poner puertas al campo, imposible", ha resumido el doctor Garrido ante la atenta mirada de este niño que, superada la timidez, ha mostrado sus dos cicatrices y ha insistido en que tiene pendiente de estrenar la bicicleta que le regalaron cuando abandonó el hospital.