Un monstruo nunca visto en el Atlántico

No hace ni 10 días que el huracán Harvey sembraba el pánico en el estado de Texas (EE.UU.) cuando otro, de mayor tamaño que el primero, saca la nariz por el Caribe. Se trata de Irma, un huracán de categoría 5 catalogado ya como extremadamente peligroso por el Centra Nacional de Huracanes norteamericano (CNH), con sede en Miami, del que se espera que hoy afecte a Haití y la República Dominicana. Ayer tocaba tierra, entre otro lugares, en Antigua y Barbuda, uno de los 13 países que forman las Islas del mar Caribe.

Las cifras que se asocian a Irma dan una idea más que clara de la magnitud del fenómeno: 700 km de diámetro (sólo el ojo ya mide 50 km); vientos sostenidos de 295 km/h, según datos de la NOAA (la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de los EE.UU.), con rachas de hasta 350; olas de 12 metros asociadas.

No en vano, ya ha sido considerado como el mayor huracán jamás registrado en el Atlántico. Podría provocar una gran destrucción. vaticina Mónica Usart, meteoróloga de RAC1 y 8tv. Para que nos hagamos una idea, el Katrina, uno de los huracanes más devastadores de los últimos tiempos, llegó a una velocidad de 280 km/h de vientos sostenidos, agrega esta física, quien añade que nunca había visto un fenómeno de esta magnitud. Su tamaño es tan desmesurado y de proporciones tan gigantescas que el ojo del huracán es mayor que muchas de las islas que ya ha sobrevolado. Hubo momentos en que en estos parajes pasaron ayer de golpe de un pico de 295 km/h de viento a cero, porque en el ojo del huracán no sopla viento, para pasar de nuevo a estos tremendos 295 km/h, relata Usart. Aunque pueda parecer extraño, no es raro que en tan poco espacio de tiempo se generen huracanes de grandes magnitudes como el Harvey y el Irma. Es más, siguiendo la estela de Irma, ya se ha formado la tormenta tropical Jose. Las previsión es que siga el mismo recorrido del primero y que antes de llegar a las Islas del mar Caribe, algo que sucederá el fin de semana, alcance categoría 2. Podría ser, aunque todavía es pronto, que a partir de ahí fuera ganando en vaticina Usart, quien añade que estos fenómenos extremos pueden llegar a convertirse en algo recurrente por el cambio climático y el consecuente ascenso de la temperatura del agua del mar.