El coche se hundió en las aguas del lago Lough Swilly

"¡Salva a mi bebé!": las últimas palabras de un padre ebrio tras sufrir un accidente en el que murieron dos de sus hijos. Sean McGrotty, de 46 años, conducía su Audi Q7 en el que se encontraban sus dos hijos, su hija de 4 meses, su suegra y su cuñada cuando se salió del embarcadero en Buncrana, Donegal, en Irlanda. El coche se hundió en las aguas del lago Lough Swilly. Sean, sus hijos, Mark, de 11 años, Evan, de 8, la suegra de Sean, Ruth Daniels, de 57, y la hija de ésta, Jodie-Lee Tracey, de 14 años, murieron. Solo la pequeña Rionaghac-Ann, de cuatro meses, sobrevivió gracias a la rápida acción de un hombre que pasaba por la zona. Se ha realizado una audiencia pública en la investigación de las cinco muertes. La patóloga Katrina Dillon ha explicado que el forense indicó que la tasa de alcohol en sangre del padre era de 159 ml por 100ml, cuando el límite legal es de 50 ml. Sin embargo, la doctora Dillon señala que no puede decir si el nivel de alcohol habría condicionado a Sean McGrotty porque eso dependería de si él estaba “habituado o acostumbrado” a beber.

Durante la investigación, Davitt Walsh, que salvó a la pequeña de la tragedia, explicó que estaba paseando por el embarcadero con su novia cuando vio el coche hundiéndose en el agua. Sin dudarlo, se metió en el agua, nadó y buceó hacia el vehículo en un intento de rescatar a los que estaban dentro. Encontró a Sean tratando de romper la ventanilla del conductor con el codo. Al conseguirlo, le pasó a la niña. Davitt explicó que también intentó salvar a uno de los niños que gritaba pidiendo ayuda dentro del jeep.

Sin embargo, aunque intentó sacar al niño, su pie se había quedado atrapado. Walsh tuvo que soltar la mano del pequeño para no verse arrastrado junto a él. No se sabe a cuál de los dos niños estaba tratando de salvar. Describiendo la terrible experiencia, Walsh dijo que "metí la mano y agarré al niño pequeño. Traté de sacarlo, pero pareció quedarse atascado en algo”. "Justo cuando estaba tratando de sacarlo del coche, el agua entró y tuve que soltarme. Tuve que dejarlo ir porque estaba luchando tan fuerte como pude para evitar ser succionado por al agua. El padre volvió a meterse en el coche, miró hacia atrás y hacia mí y dijo ‘salva a mi bebé’. El agua subió y el automóvil se hundió bajo el agua”, describió Davitt. Davitt logró nadar 25 metros con la niña en alto, llegó al embarcadero –que, remarcó, estaba muy resbaladizo por las algas-, le pasó la niña a su novia y cayó exhausto. Tuvieron que ayudarle a salir del agua debido a la cantidad de algas y fue trasladado al hospital con heridas en un pie.Cuando los salvavidas llegaron a la escena, el coche había desaparecido y los cuerpos de las víctimas flotaban en el agua. La investigación también escuchó a Francis Crawford, la primera persona en la escena. Explicó que él y su esposa Kay habían aparcado en el embarcadero justo después de las 7 de la tarde cuando vio un coche negro en el agua. Le comentó a su esposa que "algo estaba mal" antes de gritarle a la persona en el automóvil, Sean McGrotty, quien lo instó a buscar ayuda. El señor Crawford -que dijo que podía oír a los niños llorando dentro del automóvil- llamó a la Policía y a los guardacostas, que tardó 12 minutos en llegar. Walsh llegó a la escena y, después de preguntarle si podía nadar, Crawford instó al joven a saltar al agua. "Aún podía oír a la gente y al niño gritando desde el automóvil”, subrayó. La investigación también escuchó al sargento Mark Traynor, quien dijo que los oficiales llegaron a la escena cuatro o cinco minutos después pero ya no había señales del coche. Estuvo de acuerdo con que las algas eran gruesas y muy resbaladizas en el muelle y que sus colegas estaban al tanto de esto. Más tarde, como evidencia, John McLaughlin, un director del Concejo del Condado de Donegal, admitió que no se habían instalado señales que advirtieran de que el embarcadero podría estar resbaladizo. Dijo que el muelle rara vez se usa en invierno y por lo general solo se limpiaba para facilitar el uso del transbordador en verano. La investigación también escuchó que la puerta que conducía al embarcadero estaba abierta y se permitía que los automóviles entraran. El trágico testimonio de la mujer que perdió a cinco de sus seres más queridos Louise James McGrotty, madre de los pequeños, mujer de Sean, hija de Ruth y hermana de Jodie-Lee, habló 17 minutos antes de la tragedia con su hermana por teléfono, según señaló durante la investigación, informa theindependent.ie. En el momento del accidente, Louise James volaba desde Liverpool. Al aterrizar en Belfast, su hermano Joshua le llamó para comunicarle que "todos se habían ido". Su hermano también le dijo que el bebé Rioghnagh-Ann estaba bien. Louise James fue directamente al Hospital Letterkenny y pasó un tiempo con su hija antes de identificar los cuerpos de su familia en la morgue. Acompañada por el sargento Mark Traynor, primero identificó a su marido Sean, y luego a "mi madre, Ruth". Salieron y luego regresaron para identificar a su hermana Jodie y sus hijos Mark y Evan, explicó en su trágico testimonio.